Medicina de estilo de vida y coaching de salud
La medicina de estilo de vida, conocida también como medicina funcional o medicina 3.0, representa un cambio radical en nuestra manera de abordar la salud: pone el foco no tanto en la esperanza de vida sino en la esperanza de vida saludable. Es decir, no se trata solo de cuantos años va a vivir una persona, sino de cuantos años va a vivir en buen salud, sin tener ninguna enfermedad crónica, incapacidad o significante declive mental o físico. Se trata de no solo añadir más días a la vida sino añadir más vida a los días.
La realidad actual es que, aunque cada vez vivimos más tiempo, los últimos 10-20 años de vida para muchas personas suelen estar marcados por enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares, cancer, enfermedades neurodegenerativas - como Alzheimer’s, trastornos metabólicos o diabetes tipo 2. Estas enfermedades lideran la lista de causas de muerte al nivel mundial. La medicina convencional interviene para tratarlas, pero lo cierto es que las enfermedades crónicas empiezan a desarrollarse mucho antes de que aparezca el diagnóstico. Van progresando a lo largo de años o incluso décadas, en gran parte siendo el resultado de estilo de vida de una persona. Los factores de riesgo comunes para todas ellas son, entre otros: una mala nutrición, falta de actividad física, estrés, abuso de sustancias nocivas como alcohol o tabaco o falta de conexión social. Nuestro estilo de vida puede ser la causa de nuestros problemas de salud, pero por ello también, puede ser nuestra solución.

Y es donde entra la medicina de estilo de vida con una estrategia de prevención basada en seis pilares fundamentales de nuestra salud: nutrición, actividad física, manejo del estrés, calidad del sueño, reducción de conductas nocivas y fomento de las conexiones sociales. Aprendiendo a manejar bien estos aspectos, las personas no solo pueden aspirar a tener una vida larga en salud sino poder disfrutarla en cada momento y cada etapa: con energía, fuerza e ilusión.
Haciendo hincapié en la educación y herramientas para que las personas puedan gestionar activamente e intencionalmente su salud, la medicina de estilo de vida empodera a las personas, antes de que se conviertan en pacientes. La educación y las herramientas son fundamentales, pero el verdadero reto (y una gran oportunidad) reside en aplicarlos. Todos SABEMOS la importancia de comer bien, SABEMOS que fumar perjudica la salud, SABEMOS que la actividad física es necesaria. Y aún así… la mayoría no lo hacemos. El ritmo de vida, con la infinita lista de prioridades y quehaceres, hace que nuestro bienestar suele ocupar muy poco o ningún espacio en nuestras agendas y nuestros intentos de mejoras, sea comer mejor, hacer deporte o dejar de fumar más pronto que tarde quedan frustrados. Es donde el coaching de salud y bienestar marca la diferencia.


El coaching de salud constituye el puente entre los conocimientos, las buenas intenciones o consejo médico y la creación de hábitos sostenibles y saludables. Trabaja sobre los seis pilares de la medicina funcional: alimentación saludable, actividad física óptima, bienestar mental, buena calidad del sueño, fomento de relaciones sociales y reducción de uso de sustancias nocivas.
Durante el proceso de coaching, las personas establecen sus objetivos, exploran su visión y sus motivaciones, identifican las posibles barreras y diseñan su propia estrategia de salud para poder llevar acabo los cambios en su estilo de vida de forma eficaz y duradera.
En este proceso una coach actúa como un facilitador, creando un espacio seguro de reflexión, ofreciendo una orientación experta y apoyando a la persona en la formulación e implementación de su propio plan de vida saludable, plena y feliz.
Al seguir la metodología de coaching elaborada específicamente para su aplicación en el ámbito de la medicina de estilo de vida, y al emplear en el proceso las herramientas basadas en evidencias, el coaching de salud permite a las personas adquirir conocimientos, habilidades y confianza para tomar riendas de su propia salud, mejorar su capacidad para seguir las recomendaciones médicas y prevenir problemas de salud crónicos.
El coaching de salud en ningún momento sustituye un consejo médico o atención especializada. La coach colabora con distintos especialistas apoyando a las personas en los cambios en su estilo de vida que complementan las pautas médicas existentes, ayudando así a mejorar su salud y su calidad de vida.

